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DE LA BARRA AL TOSTADOR

Delicotte comenzó como una barra de café, donde día a día afinábamos la técnica y el paladar para entender lo que hace grande a una taza. Esa experiencia nos llevó al siguiente paso: seleccionar cafés con identidad, tostar con precisión y construir perfiles que respeten el origen y eleven la experiencia sensorial.

No venimos del mundo industrial, venimos del servicio, del contacto directo con quien toma el café. Por eso, cada decisión que tomamos hoy en el tostador está pensada para aportar valor real a quienes lo preparan y disfrutan.

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